La Crónica de León/01-12-2011
José Luis García Herrero
Acertaron las encuestas: vencidas ideológicamente las huestes de la izquierda, separatistas y compañeros de viaje, han vuelto ellos a ocupar los azules sillones, prestos a arreglar el País y Europa con el esfuerzo ajeno, previa intoxicación de las conciencias y manipulación de los medios. Ya están aquí: eufóricos, sonrientes y a la última, con sus banderas al viento, prometedores y vigilantes, para tomar las medidas ocultas de su programa, donde utilizaron un vocabulario tan impreciso que dificultó el análisis de sus mensajes mitineros y retóricos. Pero, tranquilos, ellos remendarán nuestros bolsillos rotos. Van a fomentar la responsabilidad, apoyar, asumir el compromiso, favorecer, optimizar, impulsar el ahorro, crear puestos de trabajo. Incluso resolverán la crisis económica mundial y de nuevo no se pondrá el sol sobre las tierras de la España imperial, a pesar de que el verdadero autor del pánico planetario se llama Mercado. Ellos y sólo ellos, los de ‘Súmate al cambio’, o sea como antaño, tal como han prometido a troche y moche en su campaña, van a solucionar todo con todos: los parados estarán en movimiento productivo, incluso los lunes sin sol; las pensiones serán vitalicias y blindadas; la sanidad sin listas de espera ni ‘copagos’; la educación, como en los países nórdicos, será gratuita y eficaz desde la más tierna infancia hasta la suprema y magnífica Universidad; el sistema financiero y fiscal serán por fin justos y equitativos. Sin olvidar, claro está, la reforma de la injusta Ley Electoral y el Sistema Judicial, y otras ‘pecata minuta’. Así, de una vez por todas, los lapidarios como Machado y demás agoreros de la historia pasarán al olvido, porque España, sobre las cenizas del pasado, dejará de ser de charanga y pandereta para ser una, grande y libre. Incluso tal vez se prohíba recordar en este glorioso Primer Año Triunfal aquellas premonitorias palabras de Sánchez Ferlosio: Vendrán más años malos y nos harán más ciegos, título de su libro por la memoria del hombre golpeado siempre por las mismas piedras. Pues corren tiempos negros para el pueblo, para sus instituciones más o menos democráticas y, sobre todo para su teórico Estado de Bienestar, que depende de lo que se entienda por bienestar y estado.
Pues nada, don Mariano, muchas gracias y a mandar, que para eso le han votado sin llegar a leer su oscuro programa. Y que su privado Ángel de la Guarda nos proteja, pero no olvide de hermanarse con los parados en esta Navidad. ¡Qué más se puede pedir, qué menos!
Pues nada, don Mariano, muchas gracias y a mandar, que para eso le han votado sin llegar a leer su oscuro programa. Y que su privado Ángel de la Guarda nos proteja, pero no olvide de hermanarse con los parados en esta Navidad. ¡Qué más se puede pedir, qué menos!
1 comment:
Muy bien, así se escribe
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