Friday, September 29, 2006

EJERCICIOS MATERIALES

El Mundo/La Crónica de León/Viernes, 29-09-06

José Luis García Herrero

Ejercicios materiales

Acabados los cielos y lumbreras, los mares y la tierra, las cosas todas y seres vivientes y el varón y la varona, dicen los libros que un Dios descansó en el día séptimo: lo cual no es nada raro dado el resultado a corto y largo plazo de la creación. De ahí viene el santo domingo y las vacaciones teóricamente pagadas por el patrón: íntimo amigo del Dios, según dicen. Por eso, dentro de la relatividad, uno recuerda hechos bíblicos que tanto la versión de Cipriano de Valera como el Obispo Bossuet en su Historia Universal cuentan cada cual a su manera.
Y trae a colación -venga o no a cuento- pensando con pesar en las guerras presentes y en las mil y una olvidadas. (El poeta León Felipe lo dijo así: «las mismas guerras, los mismos tiranos, los mismos farsantes, las mismas sectas»). Pensando en el terrorismo de arboledas incendiadas y animales calcinados sin culpables. En el estrago de vidas humanas durante puentes festivos en loor y olor de dioses y advocaciones delegadas. Cómo no: hasta en las vacaciones de caros políticos, sólo porque les toca varias veces al año ver pasar las horas muertas ajenas. También para evocar, fuera de plazo, que en julio tuvo lugar, sin pena ni logro, el Día Mundial de la Población: establecido por ONU en 1987, cuando la población mundial alcanzó 5.000 millones de personas. Para que cada julio nos advierta de las graves carencias que afectan a los recursos esenciales de muchos países: agua, cultivos, alimentos, medio ambiente, sanidad, educación, derechos humanos…Que casi la mitad de la población mundial actual (unos 3.000 millones) apenas sobrevive con menos de dos euros al día. Incluso en países llamados ‘primer mundo’, donde la elevada concentración de población en ciudades da lugar a núcleos periféricos de pobreza y marginación social, donde Derechos Humanos es sólo otra expresión retórica más.
Mientras se hace la columna, los hechos materiales llevan de una pena a otra pena, de un cabreo a otro, viendo que la culpa siempre es del mensajero. Que la cuota de muertos de cada día normaliza la barbarie globalizada. Que el cajón de sastre del terrorismo preventivo y fundamentalista guarda el universo plano de los condenados de la tierra: viajeros errantes del miedo y el hambre. Que está mal visto tener más de un pensar, sobre todo si diferente al de la uniformidad decretada por la pandemia anómica, seudo-democrática y monotemática. La que excluye por sistema todo lo que molesta al Sistema; la que decide mediante técnicas de opinión pública lo políticamente correcto, lo que es verdad y lo que no.
Como dijo Alberto Moncada en el Congreso Mundial de Sociología: «En cierto momento de la vida hay que elegir entre dar coba a los poderosos o amargarles la fiesta, y si hacemos nuestra la deontología propuesta, deberíamos inclinarnos por la segunda opción». Incluso en el Bierzo: siempre a medio hacer.

Wednesday, September 27, 2006

VIENTOS DEL PUEBLO

El Mundo/ La Crónica de León/ Viernes, 22-09-06

José Luis García Herrero

Vientos del pueblo

Si una imagen vale más que mil palabras y la regla de aritmética elemental no miente -vaya usted a saber- cinco imágenes valen más que cinco mil palabras: ¡ahí es nada! Por consiguiente, las cinco imágenes de un reciente reportaje en este mismo medio representan más de mil veces la denuncia social de las palabras del texto. Vayamos por partes.
Fotos: A) Un camión cisterna con algo o vacío. Una vieja furgoneta y un más viejo coche abandonados sobre hierbajos a la vera de un edificio ruinoso. Primer plano de un registro de alcantarillado, mal cubierto con media tapa escorada y rota en una calle de tierra y piedras sueltas. B) Al fondo, un grupo de casas y una ermita con su torre y su cigüeña; delante, entre hierbajos, un peligroso vertedero de bidones, papeles, latas, objetos domésticos, etc. C) Edificio minero medio derrumbado, y más hierbajos y tierra y piedras. D) Además del cuadro en campo de tierra y piedras, están las ruinas de otro edificio, quizá minero. E) La antigua escuela, también en ruinas, es ‘hogar para perros’: se ve a uno, desesperado, luchando vanamente por escapar a través de un hueco protegido con reja y malla metálica. -Anoto: ¿Cuántos perros hay en esa barraca de concentración? ¿Bajo control veterinario? ¿Quizá celda de cruel exterminio?
Texto. El excelente reportaje de denuncia social dice que el total abandono y deterioro que presenta el pueblo bien puede calificarse de ‘tercermundista’ en pleno siglo XXI. Sus calles, menos una, están sin asfaltar. La mal llamada plaza no es más que un aparcamiento de coches abandonados. Registros del saneamiento hundidos, mal tapados con chapas oxidadas. Postes eléctricos en peligro de todos al suelo. Antigua escuela a punto de desplome dedicada a guardería para perros. Un antiguo cargadero de carbón y una gran bocamina sin protección alguna, con evidente peligro para mayores y, sobre todo, para niños. Ante este secular abandono, insalubridad y riesgo que presenta el barrio, y que las demandas y denuncias no han sido atendidas ni por el ayuntamiento ni por la junta vecinal, los vecinos piensan llevar el caso ante los tribunales de justicia.
Alcalde. A pesar de visto lo visto y leído, el alcalde afirma con cara de poker: «Las quejas no tienen razón de ser, los vecinos cuentan con los mismos servicios que el resto de los pueblos, las necesidades se van cubriendo poco a poco, quizá a principios del próximo año». La pedanía dice más de lo mismo. Vamos, que uno y otra se llaman a andana.
Coda. El pueblo, barrio o lugar, abandonado a su suerte durante 25 años, es ‘La Espina’, municipio ‘Valderrueda’, León: ahora con capitalidad en ‘Puente Almuhey’. El alcalde se llama José Antonio Rodrigo Aláez; y lo es, esta vez, por el PSOE. Sólo queda esperar a ver qué pasa en mayo 2007; y que el dios de las municipales proteja a los vecinos: «Reyes de la minería / señores de la labranza».

Friday, September 15, 2006

UNA DE DOS

El Mundo- La Crónica de león/ viernes, 15 de septiembre de 2006

JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERO

Una de las dos

Pasaron -¡y cómo pasaron!- Pues pasan si quieren pasar dejando en los hitos del camino sin andar una vaga astronomía de pistolas inconcretas. La idea se disfrazó de noviembre para no infundir sospechas a los sotánicos de Cruzada, pistola y correaje, cruz y escapulario: esos que daban un largo viaje al desvestido y satánico enemigo en cada cuneta, en cada reja aprisionado. Ego te absolvo: para que un dios mudo, sordo y ciego se encargue de ti y de las viudas de vivos e mortos que ninguén consolará. Entonces el viva la muerte, himno y oración bélica, invocación polisémica, grabó con sangre, sudor y lágrimas los lábaros victoriosos, los pueblos descuartizados de las dos Españas, las esculturas de ruinas, las estatuas de herida y miseria. Los niños pobres dejaron de crecer, olvidaron el diptongo, la tabla de multiplicar, sus lápices se quedaron sin punta. La España de la rabia y de la idea se pobló de grandes cementerios bajo la Luna, de esqueletos sin nombre emboscados en las cunetas de la larga noche del parafascismo de cuartel, boinas rojas y camisas bordadas en rojo ayer; de flechas y yugos y uniformes y sotanas; de sepultureros cuando todas las mañanas empezaba el letal amanecer.
Fueron casi mil años, y la palabra pueblo se murió bruscamente de perfil y miedo: imagen sojuzgada por el silencio en cada boca, por la ausencia de luz en la mirada, por el destierro a la nada del fulgor de la amapola. Hasta el esquivo lince ibérico, el alto vuelo del vencejo celeste, las florecillas, los cometas y el rumor de las esferas planetarias enmudecieron. Los diccionarios transterrados olvidaron la palabra libertad: palabra triste que muerde como un lobo, palabra estúpida encerrada entre las rejas imperiales de Isabel y Fernando. Así fue como se cubrieron de polvo, barro y olvido las señas de la memoria asesinada, el perfume de los horizontes personales, el equilibrio falaz de la balanza justa, la lágrima que agotó su manantial de pena. Los poetas con fronteras se volvieron taciturnos, tristes, retóricos, oscuros; abandonaron el ritmo y el canto alegre, y fue su hablar indescifrable, como su ombligo, censurado.
Mucho tiempo después el carnaval político, disfrazado de polichinela, ensayó con disimulo el paso a tres de la paz decretada. Entonces, aquellos que mutilaron las palabras, los que dejaron los puños deshabitados de ideas, los mismos, los herederos, pintaron la libertad de rojo y gualda como salvoconducto y primera piedra de una neodemocracia sin hisopos. Y los entorchados con estrellas, los sillones con levita, las mitras salvadoras de las patrias volvieron a subirse al pedestal de la historia. Ahora para contarla de nuevo a su manera. Ahora para guardar bajo la alfombra de cada sobreviviente la intrahistoria de calaveras esparcidas cual despojos por los viejos caminos de la anciana España: madre y madrastra.

Friday, September 01, 2006

COUSAS DE DEUS

El Mundo-La Crónica de León/ viernes 1-09-06

JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERO

Cousas de Deus

Los hechos que pasan en los universos todos de la relatividad, así en la tierra como en el cielo, no los propone y dispone Dios: todos no. Pero pudiendo -Dios todo lo puede- tampoco lo impide ni modifica ni atempera ni nada. Es que Dios hace tiempo que dejó las cosas de este mundo a su aire y evento circunstancial, después ya se verá, aviados vais: tal vez se dijo. Por tanto da lo mismo; o sea, que todo lo que puede suceder, sucede; y lo que es, es, pues pudiendo impedirlo no lo impide: sea bienaventuranza a tope o calamidad a mogollón; afecte a pocos o muchos; a ricos o pobres; a buenos o malos. De aquí que alguna mala lengua haya propalado desde tiempos de Maricastaña, de sarracenos y del nihilismo, eso de: «Dios esta con los malos / cuando son más que los buenos». Lo cual, aunque excesivo, parece comprobado a lo largo, ancho y alto de los hechos felices y oscuros, de abundancia y gloria, de plagas y pestes: tal está en los santos libros.
Por ejemplo, ahora uno piensa mucho en la mítica 'Galaecia': abrasada adrede, aposta, sin querer, patológica, estúpida, tácticamente calcinada en una parte de su geografía física, vegetal y animal. Y como el Uno y Trino de la casa pasa de fuegos y agua, piensa en los dioses de la mitología celta: pero nada, más de lo mismo. Embebecidos en sus cosas, entre nubes y cirios, premios celestes y castigos infernales, por esta vez no son los que derramaron sobre los humanos el fuego accidental y criminal, ni furiosos vientos y atroz sequía. Pero tampoco lo impidieron, pudiendo. Así fue como manga por hombro todo ardió sin pausa, llevándose por delante árboles y cultivos y casas y vidas humanas y animales inocentes, dejando un rastro tiznado como el infierno de Dante o aquel que Curros Enríquez versificó en «O divino sainete». Cuando el desastre sin lluvia mitigante 'consummatum es' y el suelo por fuera y por dentro ardiente; cuando el canto de la vida huyó y un silencio de pena y muerte estremeció el paisaje desolado, sólo entonces cayó el maná balsámico, la lluvia deseada, el apagafuegos celestial. Antes, ni una gota, cuando el que todo puede no quiso y los que poco pueden más lo necesitaban. Los mismos que ahora miran con pavor al cielo casi pidiendo en procesión laica que llueva lo justo, poco y suave: no fiera tormenta que arrastre otra marea negra de tierra adentro sobre la mar convaleciente del Prestige.
Cuenta Curros Enríquez en su «Aires d'a miña terra», al inicio del largo poema «Mirand' ó chau», que «Dios, non atopando / cousa en qu' entreterse / farto de' estar solo / cavilando sempre / en forxar cadeas / traballos e pestes; / a razon buscando / y-a causa en que pende / que tan poucas almas / pol-as portas ll'entren, / d'o seu paradiso / deixand' os verxeles, / saléu de apaseo». Cómo sería lo que Dios vio por estos mundos, que exclamó: «S'eu fixen tal mundo / q'o demo me leve». Ah, me olvidaba: felices fiestas.
El Mundo- La crónica de León/ viernes, 08 de septiembre de 2006

JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERO

Bingos urbanísticos

Suponga, amable lector, que hereda una finca rústica de cuando sus antepasados eran labriegos, después empleados en la ciudad desparramada, tentacular y oscura. Que la supuesta finca es un campo de hierbajos, piedras y lagartijas huérfanas al sol: unos 640 cuartales, 160 fanegas, unos 80.000 metros cuadrados de hoy. Que está justo en el borde urbano, allí donde regresa el campo, el aire y los grillos del atardecer. Siga imaginando que tiene agarraderas políticas en un espacio-tiempo de ringorrangos urbanísticos. -Oye, a ver si me recalificas una finca que tengo ahí cerca, en las afueras, pues quiero montar un negocio artesanal de botijos, boinas y alpargatas: de interés turístico, vamos. -Dalo por hecho, responde el prócer, complacido con la castiza idea de recuperar tradiciones de nuestros mayores. Sin más, el suelo rústico pasa a urbanizable: ideal para edificar unos cientos de viviendas. Sólo queda constituir hipoteca sobre la renta anticipada del suelo recalificado, vender viviendas, hacer frente a los flecos y realizar el asunto de marras: por supuesto ecológico, sostenible y compatible con lo que sea. Operación frecuente con nuestra legislación del suelo -única en el mundo- la cual facilita el milagro de pegar un buen pelotazo sin apenas inversión propia. Porque en el mercado inmobiliario-especulativo el precio del suelo no determina el precio de la vivienda; al contrario, el de la vivienda determina el precio del suelo y, por tanto, la obtención de fuertes plusvalías generadas por su recalificación y revalorización 'ad hoc'.
Por acá y acullá del espacio urbano ponferradino, sin supuesto alguno, es fácil encontrar acciones urbanísticas salidas de la nada que, con pretexto más o menos de interés general, se transforman a mayor gloria y provecho de sólo una parte, gracias al novísimo PGOU y su brazo inmobiliario Pongesur. Porque el blanco papel lo mismo admite 5.000 que 34.000 y pico nuevas viviendas con sus procreadores habitantes (creced y multiplicaos por tres). O sea, mucho más suelo del necesario para el crecimiento demográfico de la población. Pese a lo cual el precio del suelo no cesa de crecer y el de la vivienda también.
Ante tales prodigios espaciales, tanto estadísticos como financieros, sólo cabe proponer sendos Oscar de Oro para cada uno de los artistas, magos o lo que sean los astutos artífices de un 'planning' que igual se estira que se encoge, dice un refrán. Mejor aún: en lugar de amagar y hablar de «agentes inmobiliarios-especuladores al servicio de apellidos ilustres» y de acciones urbanísticas «ilegales que favorecen a ciertas empresas», (lo cual no es un imposible), que la oposición sentada y la de sala espera (caso PSOE, IU y otros) investigue y ponga en la palestra ciudadana y ante tribunales de justicia a los presuntos implicados. Sumisión o luz y taquígrafos.