Sunday, January 25, 2009

EL PUTIFERIO NACIONAL

La persona que ejerce libremente -es un decir- o en el ámbito de una organización prostibularia el oficio más antiguo del mundo -¿dónde habré oído eso?- se llama de varias maneras: prostituta, ramera, hetaira, iza, rabiza, meretriz...Y un largo etcétera que va de simple objeto de cambio a cortesana de alto ‘standing’. Como al parecer la fiesta nacional ya no son las corridas de toros -que también es grandísima putada sobre todo para el toro- y el putiferio nacional es negocio rentable especialmente para el amo del tinglado, esta ocupación suele merecer más atención de los medios de comunicación que otros sistemas de explotación de la fuerza de trabajo, si no prostibularios sí filibusteros. Un amplio y reciente reportaje de un medio provincial ha tratado la prostitución; también una interesante publicación de la Asociación Flora Tristán: “Prostitución, análisis y opciones para su erradicación”, León 2006. Lo cual nos invita a reflexionar sobre un fenómeno que, según dicen, no tiene enmienda. Así UGT apuesta por la no regulación, ya que no es trabajo sino “una forma de esclavitud, desigualdad y violencia de género que reduce la persona a mercancía y vulnera derechos humanos”. Al contrario, CC.OO afirma que al utilizar “energías para satisfacer necesidades básicas, la producción afectivo-sexual que desarrollan las prostitutas debe ser reconocida como trabajo”. Incluso la Junta de C. y L. utiliza el término “trabajadoras del sexo”. A lo que se opone, con sólidos argumentos, Flora Tristán: ”Si la prostitución fuera un trabajo, ¿se lo recomendarías a tu hija?”
Según datos de la Guardia Civil, en 2006 había en la provincia 30 prostíbulos y 10 más en las ciudades de León y Ponferrada, donde 400 mujeres ofrecen sexo por dinero. Negocio que mueve al año unos 13 millones de euros en la provincia. Según la Asociación de Propietarios de Clubes de Alterne, unas 300.000 personas se dedican a la prostitución en España, lo que supone 18.000 millones de euros al año, casi un millón de clientes. Según una ponencia del Congreso de los Diputados, es el segundo negocio más lucrativo del mundo: más de cuatro millones de clientes, entre cinco y siete billones de euros al año.
Coda. Como la crisis merma el ‘do ut des’, las prostitutas se van hacia el Bierzo, donde el sector se mantiene especialmente vigoroso: dice el medio leonés. Vale.

_________________________________________________________________
José Luis García Herrero es sociólogo.

Redacción La Crónica de León, 20-01-2009

Tuesday, January 06, 2009

EPIFANÍAS, EPIDEMIAS Y EPIFENÓMENOS


LA CRÓNICA DE LEÓN/ 6-01-09
José Luis García Herrero

1.- Con la vida que toca disfrutar, soportar o ni fu ni fa, estamos, casi sin darnos cuenta, en otro nuevo año que ahora se dice 2009 para despistar. Porque no es nuevo ni viejo ni tiene color, simplemente es como otro año cualquiera. Mejor sin mirar atrás, pues como dijo León Felipe: “¿Quién lee diez siglos en la historia y no la cierra al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha? / Los mismos hombres, las mismas guerras, / los mismos tiranos, las mismas cadenas, / ¡Qué pena, / que sea así todo siempre, de la misma manera!” Por eso hoy, en este epifánico seis de enero, con el fin de amargar la fiesta al satisfecho de haberse conocido cada día, hablo de la endémica epifanía de la guerra: ese monstruo apocalíptico de destrucción y muerte. Cuenta Editorial Acento en “Las Guerras Olvidadas”, que en 1997 hubo unos 50 conflictos armados, 50 millones de desplazados, 120 millones de minas esparcidas, 30 millones de mutilados... Desde entonces, cada vez hay más conflictos por el poder territorial, religioso, político: la mayor parte en los países pobres del mundo. Ahora, se mire como se mire, la descomunal barbarie de Israel contra Palestina: “Apenas parece creíble que haya hombres que puedan atreverse a tomar sobre sí la responsabilidad de las muertes y asoladora destrucción de la guerra”. Pues haberlos haylos, aunque asombre a Juan XXIII en la “Pacem in Terris”. Este Papa bueno -estimado hasta por los que elegimos laicidad- añade: “Nada se pierde con la paz; con la guerra, todo puede perderse”. También las libertades y el bienestar económico: explica John M. Keynes en “Las consecuencias económicas de la paz”.
2.- ‘Qué profunda emoción recordar el ayer, qué callada quietud, que tristeza sin fin, ni la Luna al pasar tiene el mismo fulgor, que triste y sola estás’: cantaba El Puma a Venecia. Yo lo aplico a la Plaza del Ayuntamiento de Ponferrada o Plaza de la Desolación. En verano, la Plaza se convierte en parrilla de Lorenzo: así se llama, sin san ni son, el Sol berciano. En invierno, cuando cae la noche y el músculo duerme, la Luna Catalina convierte la Plaza en un epifenómeno crepuscular, un mal urbanismo con petulantes farolas de sucios cristales dejando escapar hilillos de luz al estilo Rajoy.
3.- Sólo para no olvidar que en medio de tanta epifanía está la brutalidad de la guerra, la crisis económica, la gripe a la española... ¡En fin, feliz 2009!

_________________________________________________________________
José Luis García Herrero es Sociólogo. Lcdo. en Población y Ecología Urbana.