Thursday, April 09, 2009

ANDAR DE ZOCA EN COLODRA

José Luis García Herrero
La Crónica de León, 31-03-2009

Después de hacer cisco España, estaba aquel de por la gracia de su dios “sin cousa en qué entreterse cavilando sempre en forxar cadeas...” (sigue Curros Enríquez) Así que, sin pensarlo dos veces, como no podía llevarla al siglo XIX pues le producía patriótica repulsa por eso de los intelectuales del 98, izquierdistas, masones y ateos, decidió mejor al siglo XV, con Torquemada (qué nombrecito) la Santa Inquisición y los Reyes Católicos, que eran dos pero montaban mucho, según dicen. Para disimular, viendo que España estaba desordenada y casi en tinieblas, dijo hágase la luz y creó, cual la Italia fascista de Musolini, el Instituto Nacional de Industria: INI para los amigos. Acto seguido, viendo que no es bueno que el INI esté solo, creó la Empresa Nacional de Electricidad, y la llamó ENDESA. Ya puesto en faena, creo más empresas públicas, les puso nombres y dijo creced y multiplicaos. Pasaron años -unos 40- y el creador se fue por fin con su dios, y santa Teresa lo recibió con los brazos abiertos.
Años después, pese a protestas contra la almoneda, el patrimonio empresarial público fue borrado de la estructura económica de España, aprovechando que el neoliberalismo pasaba por allí. Incluso, cuando el coro mediático cantaba a grito pelado que ENDESA no quiere ser francesa que quiere ser capitana de su tierra ibérica, la derecha añadió que tampoco catalana. Así fue como, copiando a Berlusconi, pasó a ser italiana, terminando la triste historia de la cándida empresa pública española creada por aquel católico, apostólico, teresiano y golpista general, elegido por su dios para firmar el uno de abril de 1939, tal como mañana: “Cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos”. Tal vez los mismos que subastaron la empresa pública española al grito de: ¡Quién da más o quién da menos! Por ejemplo, lo que queda de ENDESA vale menos: la mitad de valor, la mitad de estructura, la mitad de inversión, la mitad de personal, la mitad de lo que fue y lo que pudo haber sido y no volverá a ser. Vale la mitad de lo que hace nada enriqueció aún más a los bizarros habidos y por haber. Como bien dijo el Sancho de Cervantes: “Anda de ceca en meca y de zoca en colodra”. Por eso ahora, que ya no es capitana ni española ni catalana, acaso sería mejor terminar esta evocación con otra mitad: END.