EL HUEVO DE COLÓN

La Crónica/ Viernes 9-05-08

José Luis García Herrero

Cientos de metros de rústico; más de 220.000 de suelo urbano. Avenidas arboladas, zonas verdes, deportivas, iglesia, cafetería. 140 viviendas de dos plantas, agua, saneamiento, alumbrado. Me refiero al Poblado de Compostilla, de la antes empresa pública Endesa, cuya construcción se inició en 1947 según estética del franquismo, lo que explica su jerarquizada estructura. Ante la amenaza de que ese patrimonio, con fuerte plusvalía acumulada, se privatizase, advertí en artículo de 1999 que su puesta en el mercado debe realizarse con criterio multidisciplinar y participación ciudadana. Porque la decisión de dónde y cómo crece la ciudad es cosa de todos, evitando en lo posible que se transforme en especulación urbanística. Realizada la cesión gratuita de toda esa propiedad al Ayuntamiento de Ponferrada, está previsto que en el Edificio de Mandos -antes propiedad de Endesa- se sitúe la sede de Ciuden (Ciudad de la Energía) para tratamiento de CO2. Por eso no tiene sentido proyectar enfrente mismo una muralla de edificios de dos, cinco y hasta ocho plantas, cuya gestión quedará en manos de Pongesur, de sobra conocida en varios tribunales: por sus obras los conoceréis. Ahora se alzan voces opositoras contra la nueva tropelía urbanística, en lugar de alegaciones al faraónico PGOU, cuyo principal objetivo fue legitimar ilegalidades, al parecer sin mucho éxito. Como al alcalde “le gustaría que Ciuden pagase los terrenos”, negociará, pero “en privado”. Pues según su lógica: “No tiene lógica hacerlo a través de medios de comunicación”. O sea, cobrar hoy a precios de mercado el suelo regalado ayer e incorporado al patrimonio público local. El sitio se llama SSUNC-7. Así, cualquiera.

SE EQUIVOCÓ, SE EQUIVOCABA

LA CRÓNICA / Viernes, 2-05-08
José Luis García Herrero

Érase una vez un alcalde reelegido por votación popular -nunca mejor dicho- de un pueblo grande mezcla de villa y pequeña ciudad, ni muy lejos ni cerca de la mar. Galaica por eso de berciana; leonesa porque lo dice un papel. Érase un alcalde -repito- que cual paloma de Alberti se equivocaba con frecuencia contumaz. Pensó que el suelo era Jauja, el ladrillo piedra filosofal y Pongesur alquimia para transformar la ciudad. Creyéndose Fulcanelli se saltó de un plumazo corporativo el cauce de escritos legales, los plazos, la igualdad de oportunidades. Hasta que llegó Paco con la rebaja: siendo ‘Paco’ los Tribunales de Justicia, y ‘rebaja’ poner cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa. O sea, donde en los mapas está pintado verde que te quiero verde, sólo caben flores, pájaros y aire libre de polvo y ruido; para que no sobren o falten casas y gentes en la ecuación demográfica-financiera: y de sobrar algo, sobren enredos más o menos negros. Por eso, además de “reconocer y respetar” -¡qué remedio!- las sentencias de Tribunales, sobra que los magos del lío digan con su habitual desparpajo que las ilegalidades son simples “errores administrativos de procedimiento”, confundiendo adrede culpa, falta y delito. En cuanto a la oposición que a veces cumple con su papel, ¡mucho cuidado! Quizá le retiren el pan y la sal si se pone terca. ¡Es que aún no sabe con quién está hablando! Y ustedes, los de sillón curul, perdonen a esos Tribunales que tampoco saben lo que hacen. Pese a todo: gracias señor alcalde y adláteres adictos en este mayo de Ilustración francesa y chapuza ibérica. ¡Qué harían los columnista mediáticos sin los traspiés y barrabasadas de unos y la inania de otros!

EL MAESTRO ARMERO

LA CRÓNICA / Viernes, 25-04-08
José Luis García Herrero

Aparte Micrófonos de Oro, Centenario Urbano, Centenario Mariano y otras zarabandas celestes, en esta Ciudad urbanizada a medias la vida sigue igual. Y si alguien osa decir que pasan cosas raras, por ejemplo saltarse la legalidad urbanística, lo mejor es acusar a otros, y las reclamaciones al ‘maestro armero’. Incluso cuando la cosa es juzgada por tribunales, aquí no pasa nada. Porque todo lo que resulta ilegal y no ajustado a derecho se ha realizado según informes de los técnicos municipales: afirma el impertérrito concejal de urbanismo y el inefable portavoz del PP en el Ayuntamiento de Ponferrada. ¿Pasa algo? Al parecer, sí. Pues todo urbanita sabe, gracias a la prensa que informa como debe ser, que sendas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, y otra del Tribunal Supremo del Estado, estiman y fallan que el acuerdo de Pongesur de 2002 para venta de suelo y construcción de viviendas en el PAU.1 -ahora La Rosaleda- queda anulado por vulnerar el ordenamiento jurídico. Más aún, se desestima el recurso de súplica del Ayuntamiento contra la sentencia que anula la modificación del PGOU en el PAU.1, y por tanto admitiendo la suspensión cautelar de licencias para viviendas. También el Tribunal Supremo desestima el recurso de casación presentado por Pongesur contra la sentencia que declara ilegal las obras de retirada de estériles de la ex-montaña de carbón. Y todavía están al caer otra serie de sentencias sobre el entorno del Castillo, la Calleja del Río…
Pero la vida sigue igual. Ahí están las parcelas repartidas a la carta; las torres subiendo a su aire; y el alcalde-diputado, sus concejales y la tal Pongesur ‘matando al mensajero’: que es lo suyo.