Sunday, February 21, 2010

LA CARABINA DE LOMBROSO

La Crónica de León/15-02-2010
José Luis García Herrero

Wikipedia dice que la Carabina de Ambrosio es un símil que se refiere a algo que no sirve para nada, o que no sirve para lo que está ideado, que además no despierta ningún temor. En cambio un refrán es una sentencia concisa que expresa un principio, una crítica, o una experiencia considerada cierta. Esta diferencia puede aplicarse a las teorías del en su día famoso Cesare Lombroso, asegurando que delito y delincuente son resultado de tendencias innatas de orden genético, observables en ciertos rasgos físicos de los delincuentes: asimetrías craneales, determinadas formas de mandíbula, arcos superciliares, nariz de águila, un ojo salido de su órbita y además desviado notablemente, etc. Incluso en sus teorías, que tuvieron cierta aceptación en la España de fines del siglo XIX, se mencionan también como factores criminógenos el clima, la orografía, el grado de civilización, la densidad de población, la alimentación, el alcoholismo, la instrucción, la posición económica, y hasta la religión. Sin embargo en ningún momento el tal Lombroso considera el factor principal de la criminalidad. Pero la politización y las ciencias humanas en general dieron lugar a numerosos estudios en el campo de la Sociología y Criminología, consiguiendo que la teoría de la desviación lograse un amplio consenso. Por su extensión omito deliberadamente citas y autores concretos, que cuestionan a la nefasta influencia del supuesto criminal nato defendido por Lombroso.
Los extremistas pretenden dividir la sociedad en individuos buenos y malos, con el argumento de que el único remedio para mantener el orden social reside en la represión del delincuente e incluso pretenden su eliminación. Su fin es justificar la implantación de políticas autoritarias basadas en un sistema judicial y político conservador, punitivo y represivo como eran y en cierto modo siguen siendo las casi olvidadas teorías Lombrosianas en lugar de la necesaria modificación de unas estructuras sociales segregacionistas e injustas, que son las que realmente producen individuos violentos y crimines. Dichas políticas defienden la pena de muerte como único remedio para lograr el presunto orden social, evitando así que se pueda revitalizar el sistema y anular métodos de represión que poseen los poderosos. No olvidar a Victoria Kent y la posible reinserción del delincuente.



Tuesday, February 02, 2010

POR LA GRACIA DE DIOS

La Crónica de León/2-02-2010
José Luis García Herrero

Dios, que es una deidad muy peculiar y ubicua, suele estar en todas partes al mismo tiempo. O sea además de ser Dios es ubicuo. Por eso, aunque no le podamos ver, lo mismo estuvo presente en los episodios cruentos de la guerra civil española, en de la Irak con su petróleo, en los campos nazis creados exclusivamente para el asesinato en masa de judíos, que en las sucesivas contiendas mundiales que dieron comienzo con las Cruzadas. También pudo estar presente sin variaciones en el corazón de los Pinochet de turno, y bajo el palio y las monedas de por la “Gracia de Dios” del franquismo. Todo esto porque Él es así de inescrutable; aunque tal vez de tanto prodigarse y repetirse en monedas, símbolos y espadas tenga prontos de arrepentimiento y exclame como nos recordara el poeta español Curros Enríquez: “Si eu fixsen tal mundo que o demo me leve.” Frase que fue objeto de juicio por “herejías y ataque a la religión”. El libro Aires da miña terra de Curros fue condenado por contener proposiciones heréticas, blasfemas y escandalosas. EL juzgado ordenó el secuestro de los ejemplares en poder del editor, los moldes fueron destruidos, Curros fue procesado y casi excomulgado por delito contra el libre ejercicio de la religión.
Otros muchos famosos escritores han matizado inteligentemente ese don de la ubicuidad divina. Por ejemplo, creo recordar que el irónico Rafael Sánchez Ferlosio dijo: “Dios está con los malos cuando son más que los buenos”. Por si este aserto, cierto o no, no fuera bastante, basta comprobar eso de que está en todas partes viendo impasible lo que pasa en terremotos inmensos. Y ya descendiendo a lo cotidiano y doméstico, como afirmó santa Teresa, “Dios está hasta en los pucheros”. Pero no precisó la santa si se refería a las ollas bien llenas de los ricos, o a los pucheros muy vacíos de los pobres. No obstante, según parece, estaba y sigue estando en unos y en otros, sin distinción de contenido. Y según la Biblia "somos salvos por la gracia inmerecida”. En fin, ¡vaya gracia con la gracia de Dios! Gracia: dulce sonido para corazones pecaminosos. Como Dios no nos debe nada pero dicen que está en todo, da temor. Incluso el famoso psiquiatra alemán Schreber afirmó que Dios está en las voces interiores del sistema nervioso de los humanos. Por eso acabó en un manicomio o algo parecido.

LA MEDICINA PÚBLICA Y PRIVADA

La Crónica de León/19-01-2010
José Luis García Herrero
Ahora no sé, pero hace cinco años 2.500 bercianos hacían cola esperando una intervención quirúrgica en el Hospital del Bierzo, allá, al fondo de lo urbano. Puestos en fila india, una hilera de pacientes de casi kilómetro y medio, número semejante a los habitantes que se pretendía encajar en La Rosaleda, antes de que la crisis inmobiliaria aproximara ese número a los que la ley permite. Siguiendo con semejanzas, los 2.500 bercianos quejicas, dispuestos a operarse equivalen a casi 300 equipos de fútbol, a cien veces los concejales del Ayuntamiento de Ponferrada, etcétera. Esto sirve para darse cuenta que son muchos los bercianos y las intervenciones quirúrgicas, de más o menos gravedad. Estos números redondos, producen en la clase política frases antológicas, que luego entrecomilla la prensa. Por ejemplo: «Son operaciones que no son de hoy para mañana, ni corre peligro la vida del paciente». «Como la población va envejeciendo cada vez hay más gente con necesidad de operaciones, y algunas como cataratas, las da la edad»: dijo el siempre justificativo delegado territorial de la Junta. Cuando no son intervenciones quirúrgicas, pero sí consultas de urgencia, las explicaciones se parecen: «Son épocas malas porque son épocas de fríos y se reagudizan patologías de la población de edad avanzada, pero ahora llevamos días que, no es que estemos absolutamente bien como en verano, pero bastante aceptable»: razonó a su manera la dirección del Hospital del Bierzo. No cabe duda, el problema de las heroicas colas no está en el servicio de emergencias urgentes ni en el Hospital ni en la falta de organización y personal ni en la privatización de la medicina. La cuestión está en la provecta edad de los recios bercianos del noroeste, los cuales se empeñan contra todo pronóstico estadístico en dar un corte de mangas a las tablas de mortalidad, a los efectos combinados del tabaco, el alcohol, la televisión, el botillo y los demonios de cada cual. Sin olvidar que una gran parte sufre el síndrome de Moliere, o sea enfermos de aprensión después de leer las contraindicaciones de los medicamentos, mientras esperan la resolución jurídica de La Rosaleda. Por eso no es raro que algunos médicos se resistan a dar partes de baja, tal como expresaba la prensa el otro día. Una manera como otra cualquiera de reducir las listas de espera.