José Luis García Herrero
Por obra y gracia del señor D´hondt -belga él- aquella España de la que habló Machado se ha hecho realidad entre nosotros. Sólo dos partidos políticos -uno con más de 10 millones de votantes; otro con más de 11 millones- se meriendan cada cuatro años la tarta democrática: Constitución, patrias autonómicas, ayuntamientos, diputaciones…adjudicándose ambos la representación del resto de españolitos. Que cuatro años no es nada lo demuestra que han pasado a trancas y barrancas, entre una «España inferior que ora y bosteza y embiste» y otra que no sabe, no contesta. Durante ese tiempo, el opositor Mariano, adláteres y ‘mass media’ afines, no han cesado de tildar al Presidente del Gobierno de España de bobo solemne, patriota de hojalata, frívolo, indigno, irresponsable, mentiroso, inconsecuente, maniobrero, cobarde, chisgarabís, sectario, insensato, poco de fiar, infantiloide, inmoral, advenedizo, vendepatrias; de amparar la ilegalidad, chalanear con separatistas y comunistas, tener de adorno la cabeza, importar terroristas y delincuentes, traicionar a las víctimas, ciscarse en el Estado de Derecho, enfrentar a unos españoles con otros…–¿Más perlas que al propio Bush? –Sí, más. Centenares, cuentan los medios y anota ‘Wikiquote’. Pero como la democracia -incluso la que soportamos desde la Transición- es más que votos, sobre todo en este tiempo necesitado de cambio radical, ganar el PSOE las Elecciones Generales, más que votar democracia social -gusta titular Zapatero- acaso sea una respuesta al miedo que producen los mensajes del PP: dijo Gala hace pocos días. Pues por mucho que presuman de moderación centrípeta, más se les ve el plumero. De ahí la respuesta electoral a la compleja estructura ideológica de los votos del PP frente a los del PSOE; ya que la díada derecha-izquierda continúa vigente. Como bien analiza Bobbio, siendo términos «recíprocamente exclusivos y conjuntamente exhaustivos», cada uno de ellos «únicamente puede ser de derechas o de izquierdas». Sin olvidar que sólo las alas moderadas de unos y otros son compatibles con la democracia: advirtió hace años Duverger en su Carta abierta a los socialistas franceses.
Creo que un día soñé -oscura ilusión- que en una de las España de Machado se había restablecido el auténtico espíritu nacional: nada de esa perversa educación para la ciudadanía que no gusta a los curas de Rouco ni al PP. Que la luz de Trento y el ‘nihil obstat’ alumbraban las bocas y mentes y muros de la Patria; y que otra vez portadora -no recuerdo si de valores eternos o cuales- era la envidia del mundo. De nuevo sin vagos ni maleantes ni masones ni comunistas ni homosexuales ni ateos ni separatistas ni divorcios ni sedaciones ni abortos. Menos mal que los sueños, sueños son: como sabe todo quisque. Sobre todo desde el pasado 10-M de 2008: con menos miedo y algo más de paz.
Creo que un día soñé -oscura ilusión- que en una de las España de Machado se había restablecido el auténtico espíritu nacional: nada de esa perversa educación para la ciudadanía que no gusta a los curas de Rouco ni al PP. Que la luz de Trento y el ‘nihil obstat’ alumbraban las bocas y mentes y muros de la Patria; y que otra vez portadora -no recuerdo si de valores eternos o cuales- era la envidia del mundo. De nuevo sin vagos ni maleantes ni masones ni comunistas ni homosexuales ni ateos ni separatistas ni divorcios ni sedaciones ni abortos. Menos mal que los sueños, sueños son: como sabe todo quisque. Sobre todo desde el pasado 10-M de 2008: con menos miedo y algo más de paz.
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