Thursday, March 17, 2011

Joder, ¡qué tropa!, dijo Romanones


La Crónica de León, 16-03-2011
José Luis García Herrero

El señor Rajoy, allá por el 2003, cuando con una gaviota (ave palmípeda muy voraz, de plumaje tupido y pico anaranjado), en el hombro se entrenaba en los oscuros pasillos de la Sede del PP, puso de chupa de domine al señor Rodríguez Zapatero; además de otros agarimosos calificativos, incluso para ser más fino, le tildó de bamby, cualquiera sabe porqué. Según parece, los dos se quedaron estólidos: el primero, tan pancho; el segundo, con su rosa encarnada en la solapa (flor del rosal con tallos llenos de espinas), mirando de soslayo hacia banco azul del Congreso, quizá por eso de azul. Y ambos, con inmutable sonrisa, esperando que en la España de las autonomías, donde la procesión va por barrios, siguiera creciendo el PIB de la mano corrupta del ladrillo y el hormigón. Pero no. Resulta que el ladrillo terminó en ladrillazo y las cuentas de colores, en número rojos. Y así hasta hoy, cuando el pelotazo de las urnas implacables sigue en el tejado de las encuestas y el Mundo neoliberalizado enredado entre judíos, moros y cristianos, a la espera de ver quién a quién explota primero. Todos con su cruz a cuestas o su media luna; y los autores del embrollo mundial, frotándose las manos con el forro de sus faltriqueras, rebosantes de dólares, euros y calderilla, fruto del estruje histórico a los habitantes del planeta azul pálido. Unos, la chusma, como siempre enfundada en su ajado mono azul oscuro; a la cual, dijo Noam Chomsky, en uno de sus críticos, irónicos y estupendos libros: hay que mantener a raya.
El caso es que así seguimos, mirando a diestro siniestro a ver en qué queda todo este peligroso tejemaneje, sórdidamente expoliado por sus inventores. Aunque ya se sabe: a fin de cuentas y cuentos cada uno en su sitio y un sitio para todos. Pero según sea el ocupante: rico, pobre, o miserable, o sea, como siempre los de arriba muy arriba, y los de abajo muy abajo...Y Dios, como dijo no sé quién, en casa de todos, que es un decir o asunto inescrutable de Dios, aunque esto todavía no se sabe bien, pues unos dicen que es cosa del opio para el pueblo. Y a otros, como aquella María Antonieta que perdió la cabeza: “Si tienen hambre, que les den galletas”.

No comments: