Friday, February 04, 2011

La Indefinible Casa Comarcal


La Crónica de León, 01-02-2011
José Luis García Herrero

Hace tiempo, un mapa político identificó ocho comarcas en León. Otro, dibujó unas 39 en C y L. Sobresalta pensar que un día los más de 8.000 municipios de España y unos 75.000 concejales electos exijan sus consejos. A no ser que la simple ecuación de menos consejos, menos municipios y menos concejales, se resuelva con menos gastos corrientes, más servicios y más inversión pública. Para que las instituciones del Estado estén al servicio del ciudadano y, como promete la democracia social y de Derecho, sean casas de cristal. Hoy, sin un pensamiento integrador, la polis es un espacio inmobiliario público y privado al alimón; y la educación, una variable más del modelo cultural dominante. El resultado: crisis de ciudad, socialmente injusta, insolidaria, y ecológicamente insostenible. Por eso, aunque la legislación española no otorga a los municipios competencias directas en materia educativa, la ciudad debe ser donde las personas puedan mejorar educación y valores de la democracia; además, según Carta de Ciudades Educadoras de la UNESCO, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a convivir, con objeto de que la educación forme parte de un plan estratégico capaz de armonizar desarrollo urbanístico, cultura y cohesión social.
Pero como la influencia educativa se ejerce desde diversos campos (familia, trabajo, medios de comunicación) es necesario la colaboración ciudadana: entrevistas, asociaciones, sectores educativo y empresarial para elaborar un proyecto cultural y acercar la gestión institucional a las necesidades de las personas. Porque no se trata sólo de hacer ciudades de cine ni de multiplicar fundaciones, museos y secundarias universidades, sino de construir una polis solidaria, multicultural y abierta, por y para toda la población. Pues la democracia no es arrogancia aritmética de mayorías, sino buen gobierno con diálogo y participación popular. Por eso: ¿puede hacer algo por todos el único en su género Consejo Comarcal? Claro está, puede ofrecer a los ciento treinta y no sé cuántos mil comarcanos un informe que, para empezar, diga: soy yo y mi circunstancia; pues gracias a vosotros existo. Después, con rigor cartesiano que se le supone, incluir unas páginas, mejor en blanco y negro y papel reciclado, con grandes y pequeños números en euros y su traducción en pesetas para entenderlo mejor, que explique a los ciudadanos para qué sirve el indefinible Consejo y cuánto cuesta “per cápita” su existencia revisada.

1 comment:

Anonymous said...

así se escribe