La Crónica de León. 4-01-2011
José Luis García Herrero
El pasado día 24 de diciembre, que casualmente se llamaba Nochebuena, el presidente del gobierno, al felicitar a los soldados españoles destacados en Afganistán, les deseó que el año 2011 venga con más prosperidad y menos dificultades “para todos”.
El mismo próspero día, el ambidextro diario El País comunica a los descentrados ciudadanos de Su Majestad el Rey: “El sueldo medio anual de los consejos de cotizadas creció un 8,3% en 2009, lo cual da como resultado que el sueldo promedio por consejero se situó en 291.725 euros, o sea, unos 50 millones de las viejas pesetas, según Informe Anual de Gobierno Corporativo publicado por CNMV. Por si fuera poco tan magro sueldo, he aquí que la alta dirección de empresas cotizadas en Bolsa, percibe, quizá por eso de la crisis, 416.590 euros, unos 70 millones de esas pesetas. Más todavía, un supervisor bursátil, precisa que el motivo de estos raquíticos sueldos se debe a indemnizaciones por cese de consejeros; así, Endesa se sacó de la manga -del mar menor o mayor- nada menos que 30 millones de euros, unos 4.000 millones de las susodichosas pesetas, a repartir por barba o afeitado de consejero cesado o prejubilado, para indemnizar a José Manuel Entrecanales, Esteban Morrás y Rafael Miranda, este último por su prejubilación, tan jubilosa como todas las jubilaciones y prejubilaciones con ERE o sin ERE.Todo esto en esta España nuestra y de las autonomías, endeudada hasta las cejas circunflejas -más unos que otros-, con sus cuatro o cinco millones de ex trabajadores de todos los lunes al sol; donde tres de cada diez españolitos te guarde dios están en el umbral de pobreza sin esperanza; donde casi ocho millones de personas se debaten entre estar por encima o debajo de ese eufemístico umbral...Los mismos a los que el presidente del gobierno desea menos dificultades para todos, autor de una reforma laboral, más que reforma reducción de derechos; también a funcionarios, pensionistas, prestación por desempleo, además de acoso al llamado Estado de Bienestar. Este ataque a conquistas sociales, logradas con sangre, sudor y lágrimas, que puede provocar otra huelga general, lo sentencia con precisión Forges en su viñeta: “Este año la empresa ha suprimido la bocata chicharro's party de Navidades”. “Algo es algo; ya no tenemos que pagarlos nosotros”. No cabe duda: ya lo dijo Unamuno en 1908: “Importa más aprender a consumir que no a producir”.
El pasado día 24 de diciembre, que casualmente se llamaba Nochebuena, el presidente del gobierno, al felicitar a los soldados españoles destacados en Afganistán, les deseó que el año 2011 venga con más prosperidad y menos dificultades “para todos”.
El mismo próspero día, el ambidextro diario El País comunica a los descentrados ciudadanos de Su Majestad el Rey: “El sueldo medio anual de los consejos de cotizadas creció un 8,3% en 2009, lo cual da como resultado que el sueldo promedio por consejero se situó en 291.725 euros, o sea, unos 50 millones de las viejas pesetas, según Informe Anual de Gobierno Corporativo publicado por CNMV. Por si fuera poco tan magro sueldo, he aquí que la alta dirección de empresas cotizadas en Bolsa, percibe, quizá por eso de la crisis, 416.590 euros, unos 70 millones de esas pesetas. Más todavía, un supervisor bursátil, precisa que el motivo de estos raquíticos sueldos se debe a indemnizaciones por cese de consejeros; así, Endesa se sacó de la manga -del mar menor o mayor- nada menos que 30 millones de euros, unos 4.000 millones de las susodichosas pesetas, a repartir por barba o afeitado de consejero cesado o prejubilado, para indemnizar a José Manuel Entrecanales, Esteban Morrás y Rafael Miranda, este último por su prejubilación, tan jubilosa como todas las jubilaciones y prejubilaciones con ERE o sin ERE.Todo esto en esta España nuestra y de las autonomías, endeudada hasta las cejas circunflejas -más unos que otros-, con sus cuatro o cinco millones de ex trabajadores de todos los lunes al sol; donde tres de cada diez españolitos te guarde dios están en el umbral de pobreza sin esperanza; donde casi ocho millones de personas se debaten entre estar por encima o debajo de ese eufemístico umbral...Los mismos a los que el presidente del gobierno desea menos dificultades para todos, autor de una reforma laboral, más que reforma reducción de derechos; también a funcionarios, pensionistas, prestación por desempleo, además de acoso al llamado Estado de Bienestar. Este ataque a conquistas sociales, logradas con sangre, sudor y lágrimas, que puede provocar otra huelga general, lo sentencia con precisión Forges en su viñeta: “Este año la empresa ha suprimido la bocata chicharro's party de Navidades”. “Algo es algo; ya no tenemos que pagarlos nosotros”. No cabe duda: ya lo dijo Unamuno en 1908: “Importa más aprender a consumir que no a producir”.
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