Tuesday, February 02, 2010

POR LA GRACIA DE DIOS

La Crónica de León/2-02-2010
José Luis García Herrero

Dios, que es una deidad muy peculiar y ubicua, suele estar en todas partes al mismo tiempo. O sea además de ser Dios es ubicuo. Por eso, aunque no le podamos ver, lo mismo estuvo presente en los episodios cruentos de la guerra civil española, en de la Irak con su petróleo, en los campos nazis creados exclusivamente para el asesinato en masa de judíos, que en las sucesivas contiendas mundiales que dieron comienzo con las Cruzadas. También pudo estar presente sin variaciones en el corazón de los Pinochet de turno, y bajo el palio y las monedas de por la “Gracia de Dios” del franquismo. Todo esto porque Él es así de inescrutable; aunque tal vez de tanto prodigarse y repetirse en monedas, símbolos y espadas tenga prontos de arrepentimiento y exclame como nos recordara el poeta español Curros Enríquez: “Si eu fixsen tal mundo que o demo me leve.” Frase que fue objeto de juicio por “herejías y ataque a la religión”. El libro Aires da miña terra de Curros fue condenado por contener proposiciones heréticas, blasfemas y escandalosas. EL juzgado ordenó el secuestro de los ejemplares en poder del editor, los moldes fueron destruidos, Curros fue procesado y casi excomulgado por delito contra el libre ejercicio de la religión.
Otros muchos famosos escritores han matizado inteligentemente ese don de la ubicuidad divina. Por ejemplo, creo recordar que el irónico Rafael Sánchez Ferlosio dijo: “Dios está con los malos cuando son más que los buenos”. Por si este aserto, cierto o no, no fuera bastante, basta comprobar eso de que está en todas partes viendo impasible lo que pasa en terremotos inmensos. Y ya descendiendo a lo cotidiano y doméstico, como afirmó santa Teresa, “Dios está hasta en los pucheros”. Pero no precisó la santa si se refería a las ollas bien llenas de los ricos, o a los pucheros muy vacíos de los pobres. No obstante, según parece, estaba y sigue estando en unos y en otros, sin distinción de contenido. Y según la Biblia "somos salvos por la gracia inmerecida”. En fin, ¡vaya gracia con la gracia de Dios! Gracia: dulce sonido para corazones pecaminosos. Como Dios no nos debe nada pero dicen que está en todo, da temor. Incluso el famoso psiquiatra alemán Schreber afirmó que Dios está en las voces interiores del sistema nervioso de los humanos. Por eso acabó en un manicomio o algo parecido.

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