José Luis García Herrero
Aparte Micrófonos de Oro, Centenario Urbano, Centenario Mariano y otras zarabandas celestes, en esta Ciudad urbanizada a medias la vida sigue igual. Y si alguien osa decir que pasan cosas raras, por ejemplo saltarse la legalidad urbanística, lo mejor es acusar a otros, y las reclamaciones al ‘maestro armero’. Incluso cuando la cosa es juzgada por tribunales, aquí no pasa nada. Porque todo lo que resulta ilegal y no ajustado a derecho se ha realizado según informes de los técnicos municipales: afirma el impertérrito concejal de urbanismo y el inefable portavoz del PP en el Ayuntamiento de Ponferrada. ¿Pasa algo? Al parecer, sí. Pues todo urbanita sabe, gracias a la prensa que informa como debe ser, que sendas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, y otra del Tribunal Supremo del Estado, estiman y fallan que el acuerdo de Pongesur de 2002 para venta de suelo y construcción de viviendas en el PAU.1 -ahora La Rosaleda- queda anulado por vulnerar el ordenamiento jurídico. Más aún, se desestima el recurso de súplica del Ayuntamiento contra la sentencia que anula la modificación del PGOU en el PAU.1, y por tanto admitiendo la suspensión cautelar de licencias para viviendas. También el Tribunal Supremo desestima el recurso de casación presentado por Pongesur contra la sentencia que declara ilegal las obras de retirada de estériles de la ex-montaña de carbón. Y todavía están al caer otra serie de sentencias sobre el entorno del Castillo, la Calleja del Río…
Pero la vida sigue igual. Ahí están las parcelas repartidas a la carta; las torres subiendo a su aire; y el alcalde-diputado, sus concejales y la tal Pongesur ‘matando al mensajero’: que es lo suyo.
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