Sunday, July 25, 2010

EDUCACIÓN A LA CARTA

La Crónica de León/6-07-2010
José Luis García Herrero

Desde la progresista Ley Moyano de 1857, o sea hace unos 150 años, el sistema educativo español está en constante reforma desde la base de la enseñanza a la cumbre del conocimiento. Unas veces lo llaman LODE, otras veces LOGSE, LOPEG, LOCE..., la próxima quizá LOE; el caso es que la cosa esa de la educación cambie sin cesar. Vamos, como dije el otro día en esta misma página, un permanente gatopardismo educativo, porque a pesar de los ordenadores, Google, Internet y la madre que los parió, los niños ¡angelitos! siguen sin saber bien las cuatro reglas básicas de Aritmética; nada digamos de Bruño, aquel de la Geometría, mucho menos de los clásicos dictados de Miranda Podadera. Ahora, por si faltase algo para este barullo académico, llega a hurtadillas el Plan Bolonia, sus grados de master, créditos troncales y otros trucos, deshaciendo sin explicación licenciaturas y doctorados históricos. Imposición implacable, que está afectando a la comunidad universitaria española, poniendo patas arriba lo que antes estaba patas abajo, pues no se han logrado cuestiones básicas como claridad, estabilidad y financiación adecuadas.
Si leemos la prensa y otras informaciones, comprobamos que asistimos a la que no será la última edición de una reforma constante de la educación en España, que acaso se complete con el anteproyecto de otra Ley Orgánica de Educación que prepara el Ministerio de la cosa, como siempre tratando de vender al personal que cada cambio persigue “una educación de calidad para todos y entre todos”. Lo cual deja en entredicho que a pesar de haber tenido lugar debates de todo tipo sobre el tema, intervenciones de los sindicatos, asociaciones profesionales de padres y madres, las aportaciones no han tenido mucho peso, excepto las advertencias de la Iglesia que pugna por no perder comba en el diseño de la escuela, especialmente sobre la enseñanza de la religión, por supuesto Católica. Unos y otros, por más o por menos, olvidan que la educación a todos los niveles puede y debe ser integradora, no discriminadora ni jerarquizadora, como actualmente. Si consultamos fuentes de Internet vemos que el 29% de la población de la UE, entre 18 y 24 años (de 25 países), no ha completado la educación secundaria, tampoco ningún tipo de formación. Tan elevada tasa de abandono escolar representa una carencia educativa que se trasladará a las generaciones siguientes. Estos datos no son un buen augurio para la socialización democrática del conocimiento, sino todo lo contrario.

1 comment:

Anonymous said...

Me gusta lo que dices.